Oops... I did it again, dijo Bin

Parece que en Londres todos lo sabian. Mientras escucho algunos chistes y pienso en otros que podrían ser divertidos, pienso. Busco razones. Tiene que haber razones. Esto no se acaba en la irracionalidad de un grupo de musulmanes. Eso no es una razón razonable. Sólo se que el sistema de transporte público en el cuadrante noroccidental necesita un reposicionamiento urgente.

Hace un rato estaba mirando la tele y un tipo dijo algo muy interesante. Su hipotesis es que, en parte, estos atentados que se llevan adelante el ciudades como Londres o New York -dos de las ciudades mas cosmopolitas y tolerantes del mundo- tienen como finalidad poner a los inmigrantes musulmanes que alli residen en el lugar del paria social. Es decir, que la idea es que los pobres tipos se sientan mal de vivir como lo hacen. Sin duda, este señor tiene algo de razón. La estigmatización que sufren los cientos de miles de musulmanes que decidieron vivir en occidente no es menor. Los controles, las identificaciones y las miradas se tornan insoportables.

Justamente, ayer dieron el capítulo de The West Wing, en que tratan el tema del 11/9. Espero que sea sólo cuasalidad. Pero la cuestión es que, además de rastrear el origen del terrorismo musulman en el siglo XI y de la típica mirada yanqui sobre lo que pasa en el mundo, por más que en la casa blanca trabajen cientos de personas de origenes muy diversos, todas las miradas cayeron sobre un pobre arabe que estaba fumando un cigarrillo en una ventana mientras descansaba de su trabajo. Hace unos años Fukuyama proclamaba el fin de la hisotiria. Se viene acaso el fin de las libertades. Esperemos que no.

Sin embargo, y para no caer en el multiculturalismo más relativista, ingenuo y demagogo, tendriamos que repensar el problema de la diversidad y la tolerancia. Ya que resulta imposible y sabemos que no es necesario extender los valores occidentales por el mundo entero, por lo menos es interesante que pensemos como hacer para poder con - vivir con la otra mitad del planeta. Que dicho sea de paso son varios millones más de personas que nosotros.

Otro día charlamos acerca del uso de las nuevas tecnologías en este tipo de acontecimientos.