Operación Alemania 06.1 Despues de tanta espera ¿Qué?

(Munich; de un enviado especial)
Han pasado cuatro años desde que Brasil levantó la última copa del mundo. Pero eso ya forma parte del pasado porque hoy empezamos a escribir un nuevo capítulo de la historia. Hoy ha comenzado eso que, genéricamente, llamamos El Mundial, así con mayúsculas y todo.

Semejante megaevento de envergadura planetaría hubiera requerido una verdadera fiesta de apertura y no la pobre, corta y poco original que vimos. Reconozco que la de Francia 98 fue larga y aburrida pero por lo menos hizo algo novedoso: mostró una ciudad que merecia ser mostrada.

No entiendo porque, siempre, el fútbol es asociado con lo tradicional: las raices. El gauchito del 78 y los niños bávaros son una y la misma cosa: una parte que representa a un todo: una nación. Esos niños y niñas rubias vestidas con sus trajes tradionales, alemananes de antaño, resaltaban el ser ario. (¿Les recuerda algo?).

En fin, una ceremonia aburrida, con pasajaes cuasi emotivos y una música poco pegadiza, que al ritmo de tambores fue el hilo conductor de la fiesta. Pero por suerte la apertura fue corta, única virtud de toda esta puesta en escena. Mi recomendación para el fututo es que dejen la ceremonia inagural a un costado y se concentren en el fútbol, eso que tantos vinimos a ver, o que de última copien a sus padres Los Juegos Olímpicos y dediquen una noche especial a la apertura.

Sin embargo, cuando lo importante es lo segundo en el orden de aparición cronológico, poca atención merece lo primero. Ahora, el inconveniente surge cuando eso que tanto ansiabamos no logra alcanzar o superar nuestras expectativas. Algo así me pasó con el partido entre Alemania (país anfitrión) y Costa Rica (país nuevo en esto de los mundiales).
En sí, el partido no fue malo, porque hubo muchos y buenos goles. Pero, despues de 90 minutos de juego, mi razonamiento es el siguiente: para ver buenos goles miro el resumen de la medianoche y no hago 15.000 km y me gasto una fortuna eurística. Vine al mundial a ver lindos partidos, entretenidos, con buen juego.

Prometo más desde Alemania. Mañana viajo a la ciudad de la hamburguesas para ver el partido de la selección argentina. Espero que sea tan agradable como la ciudad de Munich.

JPV (No, no soy Juan Pablo Varsky)
Enviado especial de El arte es caer de culo...