La semana que pasó en unos pocos parrafos

Y bueno, la semana llegó a su fin y este es un resumen de lo que pasó en el mundo y un poco más cerca también.

En Medio Oriente comenzó la desocupación de los colonos judios en la Franja de Gaza. Muchos se resistieron y tuvieron que ser desalojados de sus casas por el ejercito. Mientras tanto los palestinos festejan a los tiros. Creo que tiene la fuerza como para ser considerado un acontecimiento. Entre tanta bataola, en Inglaterra, la Scotland Yard admitió que hace unas pocas semanas asesinó con 5 tiros en la cabeza a un brasileño que corría en una estación de subte porque se le iba el tren. El pobre hombre no tenia ninguna inteción de volar Londres por el aire. El pánico genera cosas raras en la gente. Primera incomodidad de la semana.

En el plano latinoamericano, el presidente de Brasil pidió perdon por los hechos de corrupción que los diarios de su país relatan desde hace un mes y los ciudadanos que pueden comprarlos siguen como si se tratara de la remake de la telenovela El Clon. Ente otras cosas, el columnista de La Nación, Andres Oppenhaimer simplificó tanto las cosas que parece que la única solución que tenemos para mejorar la situación de nuestros paises es empezar a votar a ingenieros para los cargos de presidente. Segunda incomodidad de la semana. Ojalá la solución girara sólo alrededor de la profesión de los presidentes.

Ya en el orden nacional podemos decir que estamos una semana más cerca de las elecciones y cada vez tenemos menos posibilidades de elegir a quien votar. El PJ es una bolsa de gatos, Lopez Murphy parece no tener ganas de ganar la elección, Macri no logra poner dos ideas juntas (ojo que aprendio algo de la TV y ahora tiene cancha para hablarle a las camaras) y el ARI, fuera de la figura de Carrio -que fue a comer a lo de la Señora y dijó que en el gobierno K hay casi tanta corrupción como en la década del menemato- no existe. Los piquetes estuvieron en todo su esplendor, pero lo de La Nación esta semana si que es de mala leche. Decir que la ciudad estuvo sitiada por los piquetes is too much. Cuidado con las palabras muchachos, que no son ingenuas. Despues no me vengan con lo del periodismo objetivo. Asuman lo que son, es el primer paso para poder ser alguien en el mundo. Entre La Nación y Pagina 12 no hacemos uno, y como Clarín no me gusta no lo leo. El periodismo y los periodistas me caen cada dia un poco peor. Tercera incomodidad de la semana.