El arte es caer de culo y que no te duela

martes, noviembre 07, 2006

Diarios de un Desempleado

Todo empezó el viernes pasado cuando llegue a mi casa después de estar afuera toda la tarde, me senté en el sillón del playroom y me dispuse a ver un poco de tele para descansar un rato.
Ya cuando estaba entre el canal 79 y 80 de mi zapping sonó el teléfono, era el Lady.

-Hola dudu, que haces man!.
-bien loco, acá ando, te llamaba para hacer una comilona.
-dale man, me prendo, le aviso a luiqui, lo llamo en un rato y te aviso, dale?
-ok man, listo… ah! Me dijo gloria cuando te llame mas temprano que te fijes en la heladera, que te dejó un cartelito para vos.
-ok buenísimo man, hablamos mas tarde, chau.

El cartel en cuestión rezaba: “Javier, te llamaron de Munchis para una entrevista el lunes a las 11:15 en Unicenter. Tel: 555-8254.” (vale aclarar que yo le había mandado al negro Bunge (hermano de lalo) mi CV, porque el labura en el área de compras de Munchis.)
Después de eso paso el finde semana tranquilo, sin nada raro para contar y llegamos al lunes. Yo curso esos días de 9 a 11 hs en el centro, por lo que estar quince minutos mas tarde en el Unicenter me era imposible, así que en la mitad de la clase salí para llamar al número que me habían dejado y preguntar si no había problema en que llegue doce y cuarto. Por suerte esta Viviana me dijo que no había problema ya que ella iba a estar todo el día en el local del Unicenter.
Hasta ahora, todo parecía ir bien, así que volví a la clase mas tranquilo. Yo vestía una inmaculada camisa blanca, traje azul, zapatos y cinturón marrones y una corbata que le había peinado a mi viejo, porque las mías son medio pelo y medio viejas, estaba hecho un dandy, un loringlé.
Bueno, por suerte para mi, la clase ese día termino media hora antes, así que no iba a tener problemas en llegar a tiempo para el nuevo horario que habíamos arreglado con Viviana, la vida me sonreía.
Llegue a la parada y mire el reloj, eran las once menos cuarto, así que tenia tiempo, y me calcé el ipod y me relaje a esperar el 60 que pasa por Fleming, que me deja en la puerta del “uni”.
Al rato paso un 60, pero el cartel 1, que va todo por Acc. Tigre, así que no lo pare. A los minutos venia otro, pero cuando pude leer, me di cuenta que tampoco era el que yo esperaba, este iba hasta Maschwits (se escribe así!?!?!?!), después el del bajo, el de Maipú, el 1 y el 2 otra vez…. Y así 49 minutos hasta que se dignó a pasar el de Fleming, ya mi humor no era el mismo. Por suerte para mi, encontré un lugar en la fila del fondo y pude viajar sentado todo el trayecto, leyendo mi libro y escuchando música, lo que logró tranquilizarme un poco.
Entonces llegué a Unicenter, toqué timbre, me baje, esperé unos minutos para poder cruzar la calle y me metí en el estacionamiento, de ahí al Jumbo y del Jumbo al shoping.
Para hacer las cosas bien, antes de subir al tercer piso, pase por el baño y me asegure de estar lo mas prolijo posible, me arregle la corbata, me metí bien adentro del pantalón la camisa, me arregle el pelo y salí.
Mientras caminaba hacia la heladería pensaba lo raro que era estar a las doce y media en el Unicenter vestido de traje, lo mas prolijo que me crucé fue un tipo de unos cincuenta y cinco años con zapatillas ref., medias caídas, una bermuda y una musculosa naranja que gritaba “por favor, llévenme de nuevo a mis dieciocho años!!!”.
Al llegar al local, le pregunté a una de las chicas del mostrador por Viviana, y le dije mi nombre.
Con cara un poco extraña, que no supe descifrar, me indicó que la esperase sentado en una de las mesas llenando el formulario que me dio, porque ella estaba comiendo, pero que le avisaba y en un rato vendría.
Después de completar el típico cuestionario de antecedentes laborales, educación, etc. etc., y viendo que seguía solo, me dispuse a seguir con la lectura de mi blroli.

-Hola, Javier?, soy Viviana, como estas?

Entonces levante la vista del libro y me sorprendí al ver a una gordita medio pelo, vestida con pantaloncito y sweater verdes, y camisa blanca, es decir, cualquier cosa menos una oficinista de recursos humanos.

-Hola. Si, soy Javier, como estas? Disculpa que haya llegado tarde...

Entonces se sentó en la silla opuesta a la mía y le alcancé la hoja que había estado garabatenado hace unos instantes.
En eso noto que uno de los heladeros se acerca, y me pareció raro que venga en medio de la entrevista a venderme algo.

-Hola Javier? Como estas, soy Christian (no era su verdadero nombre, la verdad que ni lo registré)

Y se sentó en una de las sillas que quedaban en nuestra mesa y no dijo más. Ahí fue cuando Vivian a me pregunto sobre mi, y yo le conté que estaba en tercer año de la carrera de Economía en la UBA, que había laburado en una AFAP, dos años en un colegio y los últimos dos había trabajado como instructor en Estados Unidos.
Ni bien termino de hablar, ella y el se miran, cejas arqueadas y expresión un poco sorprendida, similar a la de la chica que me vio entrar a la heladería y Viviana me dice

-AH, mira vos que bien... pero entonces no se si te va a interesar este trabajo, es para atender en alguno de los locales... como HELADERO!

CHAN!!! CHAN!!!CHAN!!!! Lluvia de chanes, Katrina de chanes, pedos de Andy de chanes, no lo podía creer, me habían llamado para ser HE-LA-DE-RO!!!!!!! Si si, imagínenselo a javo con gorrito verde y camisita de Munchis tirando un “vos de que quereeeeesssss?”.
Hijos de puta, acaso esta gente no lee los CV cuando llaman!?!?!?!?! Recuerdo las ganas de agarrar a la gorda pelotuda y metérsela en el ojete al otro pelotudo que seria el “heladero capo” haciéndose el banana!!, no lo podía creer. Entonces con mi mejor cara de feliz cumpleaños, y la sonrisa más amplia que me salio les dije:

-ahh, no, la verdad que no, estoy buscando algo como para juntar experiencia mas en lo mió, vio?.

Me levante, y me fui con mas bronca que el gallego cuando el gordo le pego un bife en la cara.
Pero ojo amiguitos, esto no ha llegado a su fin, no no. Cuando voy saliendo del uni y estoy a punto de cruzar la calle, pasa en mis narices el conchudo hijo de una gran putisima madre llena de pelos en el orto del sesenta!!!!!! Las ganas de putear a los cuatro vientos que tuve no se como la aplaque, y me senté a esperar a que llegase el próximo, con el tétrico antecedente de que lo había esperado casi una hora para ir hasta ahí.
A los diecisiete minutos llegó otro (aha, estaba tan caliente que hasta tomé el tiempo que tardo el bondi en llegar para cuantificar mi miseria!), lo paré con la típica seña y me subí.

-Buen día, un peso por favor.
-Vashastamárque pibe?? (vas hasta Marquez, pibe? Dicho en colectivero)
-No, dos paradas mas, hasta Diego palma
-...

No hubo respuesta, solo la leyenda “1.25” en el visor de la máquina. Y si lo estaban presintiendo, SI!!!!, solo tenia un peso en monedas, así que con mas leche que andy rascando con cuqui un sábado después de Z, me baje del colectivo. Acto seguido me fui a una estación de servicio, me compre una coca chiquita para conseguir mas monedas y volví a la misma parada a esperar el otro bondi, que finalmente y gracias a Dios me pude tomar sin problemas.
A todo esto, me fui al pedo al unicenter para una entrevista por un puesto de heladero de mierda, lo que me tomo , en total, dos horas de parada y una y media de bondi, cuando el primer bondi que paso en la parada de la fac me llevaba hasta casa.
Bueno muchachos, esta es una de las tantas idas y venidas de la vida de un desocupado en busca de un laburo, ojala los haya divertido mas de lo que me rompió las bolas a mi y además, que paja leer algo tan largo no?
PD: como si fuera poco, toda esta garcha ya la había escrito y la cague al momento de publicar y lo perdí!!!! Jajaja, así que tuve que escribirlo again!! una PAJA!!!!!!
Chau.

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