Tengo inflación de huevos

El viernes último (20/10/06) fui a un kiosco en busca de una tarjeta para el celular y un bocadillo para alimentar mi cuerpo cansado. El conjunto nutritivo consistió en una leche chocolatada que no era Cindor pero que estaba muy buena igual, y un alfajor. Hete aquí que viendo los alfajores encontré el Blanco de Bagley que hace varios años no veía. La sola emoción del reencuentro me impelaba a la compra, pero al preguntar por este objeto de deseo, me encuentro con que el precio era de $1,20. Esta bien que yo lo quería mucho, pero no dejaba de ser un simple alfajor. Ante mi sorpresa el kiosquero me informa socarronamente que los alfajores triples estaba en $1,40 y que estimaba que para fin de año estarían a $2.
Ayer lunes, voy a un nuevo kiosco, y casi me caigo en mis pompis al ver que los alfajores triples estaban efectivamente en $2. "O fin de año llegó más rápido de lo que yo pensaba o este kiosco me está cagando", pasó por mi mente. El dato más dramático de toda esta historia, es que el bien afamado "Jorgito", alfajor caracterizado por respetar la naturaleza de esta golosina, sin caer en estrategias marketineras del tipo "con yogur, con brownie, de 3, 4 o 5 pisos, etc. etc. etc.", y por su precio accesible al bolsillo del argentino medio, estaba en este lugar a una nada módica suma de $0,80. Una cindor y un jorgito por $2,80. Así no hay sueldo que resista.
Encima yo soy tan boludo que el tipo me da dos pesos de más de vuelto y yo se los devuelvo. Más vale que exista un cielo, porque si no soy el peor negociante.