El arte es caer de culo y que no te duela

lunes, julio 10, 2006

Sobre las personas (otra mirada)

Quisiera continuar aquí la serie comenzada por JK sobre las personas y la forma de referirnos a ellas. Existen montones de maneras caracterizar a las personas. La revista Gente suele establecer la división entre los que están in y los que están out. Los comunistas hacen lo propio y dividen entre proletarios y burgueses. Por su parte, JK asume otra de las tantas divisiones posibles sobre las personas, distinguiendo entre los artistas y los comerciantes, que a mi entender es mucho más rico y noble que la de los editores de Gente, y mucho más actual que la de los comunistas. Si bien JK no lo aclara, es necesario destacar que se trata de tipos ideales ( a la Weber) y que es imposible encontrarlos en estado puro en la realidad. Más bien, una misma persona puede comportarse de muchas maneras, dependiendo del contexto en el cual se mueva. Actuará teleológicamente, es decir de acuerdo a fines (comerciante), durante la semana en la oficina, pero eso no le impide hacerlo normativamente, es decir, de acuerdo a valores (artista), los fines de semana. Incluso, en un mismo momento o contexto las personas pueden ser invadidas por ambas actitudes, comportando su acción una hibridación actitudinal. Pero esto no era de lo que quería hablar hoy acá.
Más bien, mi intención era traer a colación otra división posible de las personas. Se trata de una división, que también esta relacionada con las actitudes que uno tiene en la vida, pero esta vez, la actitud hacia los demás. Así, podemos dividir el universo de personas entre los amables y los antipáticos. Cualquiera que trate en su cotidianeidad con personas reconoce la diferencia entre estos dos tipos. La amabilidad supone, que en el trato con otro, otro que es igual a mí, es posible establecer una relación de afecto. Pero, por sobre todas las cosas, respetar la condición de iguales de quienes intervienen en una relación.
En cambio, la antipatía supone un sentimiento de aversión que, en mayor o menor grado, se experimenta hacia alguna(s) persona(s). Se trata, de una relación que no está basada en la igualdad, sino en la pura desigualdad, entendida esta en su más puro sentido peyorativo. Todo parecería indicar que sentir aversión por un igual es algo difícil de encontrar. Por eso, el antipático, en su trato con las personas, subordina la igualdad a la desigualdad.
En los tiempos contemporáneos, uno creería que estas definiciones ya habrían pasado de moda, sin embargo, es posible, todavía, encontrar personas que se comportan de manera antipática. No voy a hacer una lista de antipáticos porque no tendría sentido. En todo caso, que cada uno haga la suya y es muy probable en alguna de sus listas caiga yo.
Otro día me cuentan de que lado están.

1 Comments:

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    »

    By Anonymous Anónimo, at 8:32 a. m.  

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