El arte es caer de culo y que no te duela

miércoles, julio 05, 2006

Sobre las personas

Esto surgio anoche, pero no tenía ganas de prender la computadora para escribirlo. Entonces ahora los transcribo a este espacio.
Es una noche oscura y me siento con ganas de escribir. No sé si la noche es particularmente oscura, si me siento particularmente con ganas de escribir, o las dos. Pero particularmente está en algún lado.
Hay dos tipos de personas en el mundo: los comerciantes y los artistas. Y trato de evitar todo juicio de valor, sobre todo a priori.
Los comerciantes son personas que orientan su vida a fines, a resultados. Si no se logró determinada cosa no sirve. Estas personas tienen un gran empuje, garra, iniciativa, aunque viven agobiadas por acometer un fin. Son personas de gran autoestima, y no se dejan vencer por una caída.
Los artistas no tienden a resultados o fines, sino a principios. Creen en algo y obran de acuerdo a ello, sin importar demasiado el fin. Sus caminos son poco definidos. A diferencia del comerciante, que avanza a paso firme, el artista avanza sin estar seguro dónde pisa tal vez, pero continúa. El artista tiene más preguntas que respuestas, lo cual lo distingue nuevamente de la otra raza, quien por sobre todo quiere respuestas.
El artista necesita de otros más de lo que necesita el comerciante. Para aquel es menester reforzar sus decisiones y no sentirse solo. "El artista hace arte para otros, sino no lo expresaría". Esta frase, que acaba de surgir, se metió sin permiso. Porque esto no se trata de arte ni de plata, sino de personas, pero es válida. No tiene ticket, pero nos (y por nos quiero decir me) cayó bien.
El comerciante es más seguro de sí mismo que el otro, pero también necesita más seguridades. Su vida es incompleta si no consigue ciertas cosas (sin caer en obviedades materiales). El artista es menos seguro, pero también necesita menos certezas. Él va viendo sobre la marcha. Tiene un plan, pero es flexible y se adapta a las circunstancias.
Antes de cerrar este episodio de escritura es válido aclarar que existen distintos niveles de artistas y comerciantes. Claro que esto es más fácil verlo para los artistas, que ven escalas de grises. Los comerciantes ven escalas de blancos y escalas de negros (no es un error, la idea es así y yo la entiendo).

El tema da para más. Hasta ahora desarrollé este breve comentario. Divisiones sobre las personas pueden hacerse miles. A mí me surgió esta. Repito algo del principio: no hay juicio de valor. Aunque hay cosas que evidentemente prefiero.
Artista, comerciante, o el gris que seas, te invito a participar del blog otra vez. Ah, otra cosa. Me clavé un disco de Hendrix y uno de Fito que no escuchaba hace bastante. Siempre es bueno rescatar algunos discos. Te traen cosas que olvidaste que habías olvidado.