El arte es caer de culo y que no te duela

sábado, julio 22, 2006

Sobre los signos ortográficos de puntuación

La coma representa una breve pausa en la expresión punto Cuando queremos imprimir una pausa mayor coma entonces tendremos que escribir un punto punto El punto y aparte es el sumum de las pausas y además coma sirve para marcar el final de un párrafo punto Es coma por la tanto coma el que se pone cuando termina párrafo y el texto continúa en otro renglón punto Si sumamos el punto y la coma el resultado es el signo ortográfico con que se indica una pausa mayor que en la coma, y menor que con los dos puntos y se emplea generalmente antes de una cláusula de sentido adversativo punto y aparte
Cuando se trata de explicar una idea secundaria entonces usamos los paréntesis abro paréntesis muchas veces confundimos los paréntesis con los guiones cierro paréntesis punto y aparte
En fin coma existen miles de posibilidades para estos signos y estas son solo algunas de ellas punto

miércoles, julio 19, 2006

Mi primer aforismo

Espero que surja alguno más (mío o de quien quiera).
"Resigné tener muchos contactos para tener algunos amigos".
JK
Ahora, la duda es saber si hice bien. Igual es mentira, porque nunca tuve los contactos. Pero hoy por hoy parece lo más importante del mundo tenerlos. Me infla los huevos un toque.
Saludos a mis AMIGOS.

Elizondo presidente!



Después de tan grandiosa actuación en el mundial, Elizondo se merece que lo elijamos presidente.
¿Acaso alguien nos representa mejor en el exterior? ¿Acaso le teme a los poderosos? ¿Acaso no hace justicia cada vez que pita su silbato? ¿Acaso le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones difíciles? ¿Acaso no demostró tener altura para bailar con la más fea? ¿Acaso no respetó los reglamentos a pesar de tener a todo el mundo en contra?

Por todo esto y mucho más en las próximas elecciones votá Elizondo Presidente y dejemos a los poíticos fuera de juego.

jueves, julio 13, 2006

Agregado sobre las personas

Tenía en mente algo como lo que plasmó Lui-k sobre las personas. En realidad mi visión sobre la simpatía o antipatía recaía en una situación más particular. Creo que hay gente que al conocer a otros los quiere automáticamente o les tiene desconfianza. Es como si la primera impresión no fuera producto del personaje "a conocer" sino de la predisposición natural del sujeto "conocedor". Entonces tenemos personas simpáticas, porque al conocer a alguien nuevo generalmente les resulta agradable, y personas antipáticas, a las que les sucede lo contrario.
Obviamente, esa impresión puede cambiar con el tiempo, y las personas "antipáticas" pueden volverse íntimas de estas personas nuevas. Pero me refiero al momento del encuentro primero.
La visión de Lui-k era más global y se refería a humanos generalmente simpáticos o generalmente antipáticos, pero me pareció que mi comentario de alguna forma estaba relacionado a su análisis.
Si alguien tiene su propia división de la humanidad, a mí me gustaría conocerla. Algún día hablaré sobre los que piensan y los que hacen... gran división.

miércoles, julio 12, 2006

Operación Alemania 06.9 Al final la final

(Cagnes Sur Mer; de un enviado especial)
Vi los últimos cuatro partidos del campeonato mundial sentado en la misma mesa del mismo bar, enfrente la casa departamento en la que vivo desde hace dos años. Éramos muchos los que no quisimos pagar el extra que cobraba el operador de cable local para ver los partidos del mundial. Obviamente el numero de personas que concurrió a ese bar se vio incrementado debido a la continuidad de Francia hasta la final. El domingo extrañe la comodidad de los estadios alemanes y descubrí lo mal que transmiten los partidos de futbol por la televisión los eurpeos.
Los nervios fueron creciendo durante la semana y el clímax llegó cuando los presentes en el bar se pararon y entre todos entonaron La Marsellesa, esa canción pegadiza que los franceses eligieron como himno después de la revolución. Lamentablemente no se dio que Les Bleus ganaran ese último partido. Ganaron los Azurros en un final agónico que incluyó la expulsión de Zidane en el tiempo suplementario y una definición desde los puntos del penal.
A pesar de vivir en Francia desde hace alguno años no hinchaba por este país. Menos tenía ganas de hinchar por Italia, que me pareció el equipo más amarrete del mundial. Por momentos me encontré hinchando por la terna arbitral: Elizondo y sus dos jueces asistentes y por eso fui víctima de varios insultos en el momento en que el réferi le mostró la carte rouge al astro francés. Era el final de su carrera y un réferi argentino le impedía terminar a lo grande. Llegue a leer en algún diario local un chiste en el que Zidane decía algo así como “Me cortaron las piernas” y un periodista le respondía: “vos casi le cortas la cabeza”. Ya se que no es gracioso, pero esa era la sensación que tenían muchos franceses: “era su último partido, se la podrían haber dejado pasar”, pero después aceptaban que “en realidad el arbitro había tenido razón al expulsarlo.”
En fin, fue el final de la copa del mundo. Italia campeón, y es el final de mi cobertura mundialista. Espero que dentro de cuatro años, mi jefe me deje tomar las vacaciones en junio para poder estar en Sudáfrica. Ahí, si como en el 86 seremos campeones otra vez.
A la FIFA le pregunto ¿para cuándo un mundial en Sudamerica?

Me gustaría agradecer a los lectores por los mails que me llegaron durante este mes con comentarios sobre mi cobertura, y agradecer a todos los que de alguna u otra manera hicieron esto posible (que yo pudiera viajar a Alemania, comprara las entradas, y escribir sobre fútbol, que aunque parezca fácil, no lo es en lo más mínimo). Por último, quisiera darle las gracias a Lui-k y a los demás miembros de El arte es caer de culo que no te duela, por haberme dado el espacio y agradecer también la invitación para formar parte del staff permanente de este blog y poder seguir publicando cosas desde el viejo continente. Hasta la próxima.

JPV (no, no soy Juan Pablo Varsky)
Enviado especial de El arte es caer de culo.

lunes, julio 10, 2006

Sobre las personas (otra mirada)

Quisiera continuar aquí la serie comenzada por JK sobre las personas y la forma de referirnos a ellas. Existen montones de maneras caracterizar a las personas. La revista Gente suele establecer la división entre los que están in y los que están out. Los comunistas hacen lo propio y dividen entre proletarios y burgueses. Por su parte, JK asume otra de las tantas divisiones posibles sobre las personas, distinguiendo entre los artistas y los comerciantes, que a mi entender es mucho más rico y noble que la de los editores de Gente, y mucho más actual que la de los comunistas. Si bien JK no lo aclara, es necesario destacar que se trata de tipos ideales ( a la Weber) y que es imposible encontrarlos en estado puro en la realidad. Más bien, una misma persona puede comportarse de muchas maneras, dependiendo del contexto en el cual se mueva. Actuará teleológicamente, es decir de acuerdo a fines (comerciante), durante la semana en la oficina, pero eso no le impide hacerlo normativamente, es decir, de acuerdo a valores (artista), los fines de semana. Incluso, en un mismo momento o contexto las personas pueden ser invadidas por ambas actitudes, comportando su acción una hibridación actitudinal. Pero esto no era de lo que quería hablar hoy acá.
Más bien, mi intención era traer a colación otra división posible de las personas. Se trata de una división, que también esta relacionada con las actitudes que uno tiene en la vida, pero esta vez, la actitud hacia los demás. Así, podemos dividir el universo de personas entre los amables y los antipáticos. Cualquiera que trate en su cotidianeidad con personas reconoce la diferencia entre estos dos tipos. La amabilidad supone, que en el trato con otro, otro que es igual a mí, es posible establecer una relación de afecto. Pero, por sobre todas las cosas, respetar la condición de iguales de quienes intervienen en una relación.
En cambio, la antipatía supone un sentimiento de aversión que, en mayor o menor grado, se experimenta hacia alguna(s) persona(s). Se trata, de una relación que no está basada en la igualdad, sino en la pura desigualdad, entendida esta en su más puro sentido peyorativo. Todo parecería indicar que sentir aversión por un igual es algo difícil de encontrar. Por eso, el antipático, en su trato con las personas, subordina la igualdad a la desigualdad.
En los tiempos contemporáneos, uno creería que estas definiciones ya habrían pasado de moda, sin embargo, es posible, todavía, encontrar personas que se comportan de manera antipática. No voy a hacer una lista de antipáticos porque no tendría sentido. En todo caso, que cada uno haga la suya y es muy probable en alguna de sus listas caiga yo.
Otro día me cuentan de que lado están.

jueves, julio 06, 2006

Primer aniversario.

Estimados lectores:

Un día como hoy, pero hace exactamente un año, nacía El arte es caer de culo y que no te duela. Como escribí en aquella oportunidad El arte aspiraba a convertirse en un espacio para la libre reflexión sobre los más variados temas. A lo largo de un año hemos publicado nuestras sensaciones y pensamientos (o cuasipensamientos) de una manera amable y desinteresada, creativa y divertida cuando lo creímos necesario. Creo, y en esto espero no equivocarme, que el desafío aún sigue vigente y más vivo que nunca. Es, por lo tanto, para mi, un gran un honor invitarlos, a participar de este espacio, en el cual volcar nuestras experiencias, saberes y conocimientos. Por qué siempre hay algo para decir, por eso hacemos El arte es caer de culo y que no te duela; porque como dijo
un gran sabio "nombrar, no es sólo darle un nombre a las cosas, es hacerlas visibles, es crearlas para que a-parezcan delante nuestro. Nombrar es una manera de ordenar lo que está a nuestro alrededor e ir estableciedo nuestro horizonte de sentido. Esa es la intención de este espacio..."

Espero que dentro de un año podamos volver a festejar que El arte es caer de culo y que no te duela sigue siendo un punto de referencia dentro de las mareas del ciberespacio.

Afectuasamente, Lui-K.

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miércoles, julio 05, 2006

Sobre las personas

Esto surgio anoche, pero no tenía ganas de prender la computadora para escribirlo. Entonces ahora los transcribo a este espacio.
Es una noche oscura y me siento con ganas de escribir. No sé si la noche es particularmente oscura, si me siento particularmente con ganas de escribir, o las dos. Pero particularmente está en algún lado.
Hay dos tipos de personas en el mundo: los comerciantes y los artistas. Y trato de evitar todo juicio de valor, sobre todo a priori.
Los comerciantes son personas que orientan su vida a fines, a resultados. Si no se logró determinada cosa no sirve. Estas personas tienen un gran empuje, garra, iniciativa, aunque viven agobiadas por acometer un fin. Son personas de gran autoestima, y no se dejan vencer por una caída.
Los artistas no tienden a resultados o fines, sino a principios. Creen en algo y obran de acuerdo a ello, sin importar demasiado el fin. Sus caminos son poco definidos. A diferencia del comerciante, que avanza a paso firme, el artista avanza sin estar seguro dónde pisa tal vez, pero continúa. El artista tiene más preguntas que respuestas, lo cual lo distingue nuevamente de la otra raza, quien por sobre todo quiere respuestas.
El artista necesita de otros más de lo que necesita el comerciante. Para aquel es menester reforzar sus decisiones y no sentirse solo. "El artista hace arte para otros, sino no lo expresaría". Esta frase, que acaba de surgir, se metió sin permiso. Porque esto no se trata de arte ni de plata, sino de personas, pero es válida. No tiene ticket, pero nos (y por nos quiero decir me) cayó bien.
El comerciante es más seguro de sí mismo que el otro, pero también necesita más seguridades. Su vida es incompleta si no consigue ciertas cosas (sin caer en obviedades materiales). El artista es menos seguro, pero también necesita menos certezas. Él va viendo sobre la marcha. Tiene un plan, pero es flexible y se adapta a las circunstancias.
Antes de cerrar este episodio de escritura es válido aclarar que existen distintos niveles de artistas y comerciantes. Claro que esto es más fácil verlo para los artistas, que ven escalas de grises. Los comerciantes ven escalas de blancos y escalas de negros (no es un error, la idea es así y yo la entiendo).

El tema da para más. Hasta ahora desarrollé este breve comentario. Divisiones sobre las personas pueden hacerse miles. A mí me surgió esta. Repito algo del principio: no hay juicio de valor. Aunque hay cosas que evidentemente prefiero.
Artista, comerciante, o el gris que seas, te invito a participar del blog otra vez. Ah, otra cosa. Me clavé un disco de Hendrix y uno de Fito que no escuchaba hace bastante. Siempre es bueno rescatar algunos discos. Te traen cosas que olvidaste que habías olvidado.

martes, julio 04, 2006

El juego de las diferencias

Luis. F. Scolari (DT Portugual 2006 y Brasil 2002)
Gene Hackman (Actor norteamericano)
Carlos Fuentes (escritor mexicano)

domingo, julio 02, 2006

Operación Alemania 06.7 Un final que tuvo el sabor de una final

(Berlín; de un enviado especial)
Caminar por las calles de Berlín en estos días se hizo muy difícil. Como cualquier argentino fui víctima de casi 3 bpm (bromas por minuto). Después de la musicalidad de Leipzig, ciudad en la que vivió Bach, pero en la que también nacieron Meldenson, Schumman o Wagner, después de sufrir la victoria a la mexicana (para seguir con las músicas), la selección nacional viajó a Berlín para bailar con la más fea: Alemania. Hacia allá nos dirigimos, miles de hinchas argentinos, pero sólo unos pocos logramos entrar al magnífico Estadio Olímpico de Berlín. Frente a la multitud, el grito argentino se hizo escuchar en un partido que los entendidos definieron como una final adelantada.

Un gaucho en tierra germana

El partido fue siempre difícil. Desde el comienzo los equipos se estudiaron como si se tratará de descifrar un complejo teorema matemático. Argentina logró resolver varias de las ecuaciones. Controló las subidas del lateral alemán que la FIFA autorizó a jugar con una venda que cubre todo su brazo derecho. Controló, a fuerza de presión y de una marca muy atenta de Mascherano, al mutifacético Ballack y controlo también al peligroso Frings. Resultado, los alemanes perdieron en la mitad de la cancha y rara vez alcanzaron a desarrollar su veloz y poderoso juego, con el que liquidaron a Suecia, en la primera media hora de partido. Defensivamente el equipo de Pekerman, logro también cerrar las maniobras del peligroso delantero Klosse. Hasta aquí, Pekerman había acertado en el planteo táctico del partido. Con la entrada de Lucho González, en lugar de Cambiaso, liberó a Mascherano para correr por la mitad de la cancha, recuperando pelotas, como a él le gusta, y Riquelme se ocupó de armar juego para que Crespo y Tevez corrieran, en diagonal por atrás de los dos centrales alemanes, lo más flojo del equipo alemán. Pero lamentablemente Argentina no pudo o no supo como aprovecharlo. Así, con amplio dominio del conjunto albiceleste, terminó el primer tiempo.
En el segundo tiempo todos esperaban que los alemanes salgieran a comerse la cancha. Pero el gran gol de Ayala, saltando y ganándole a la marca en el área rival, rápidamente puso en ventaja a la Argentina y dejo a los rubiotes alemanes en una posición muy complicada sin asber para donde dsiparar. Después vino la lesión de Abondancieri, la entrada de Franco y todo empezó a darse vuelta de a poquito. De golpe Pekerman mandó a la cancha a Cambiaso para reemplazar a Riquelme. Después Crespo salió y fue reemplazado por Cruz. A esta altura era claro que Pekerman había decidido cuidar el resultado y cuando el técnico menos lo esperaba llegó el gol alemán.
Partido empatado y al alargue. Para ese momento los nervios ya empezaban a comer cualquier posibilidad de actuar racionalmente. Con los cambios agotados, y con un equipo disminuido en la mitad de la cancha, el equipo salió a tratar de definir el partido en los treinta minutos del tiempo suplementario. Fueron superiores, lograron tener un poco más la pelota, pero falto precisión para poder llegar al arco rival y liquidar el partido. Tevez, cansado, había perdido la sorpresa que pudo generar en los primeros cuarenta y cinco minutos de juego. Cruz, poco pudo hacer frente a los pelotazos que le llegaban desde el campo argentino. Fueron treinta minutos de juego deslucido y donde apremió el cansancio. Argentina no pudo sacar provecho del mal estado físico de los alemanes. Ballack tuvo que ser atendido y pasó gran parte del complemento rengueando y mostrándole a sus compañeros que ya no podía correr más.
Y así llegaron los penales.

Es parte del juego…

Cuando un partido no se define en los noventa minutos del juego, ni en los treinta suplementarios, el reglamento indica que ganará aquel equipo que logre meter más goles pateando desde el punto del penal. En esta oportunidad ese equipo, el equipo que logro anotar más goles, fue Alemania. El partido terminó 4 a 2. Los remates de Ayala y Cambiaso quedaron en las manos del largo arquero alemán: Lemahn, que se convirtió en estrella por un día.

No somos campeones, no… Una lastima.

La salida del estadio fue muy triste. Ver a los jugadores salir del campo de juego, llenos de congoja, dolor y frustración, fue muy triste. Mirar la cara de Cambiaso, después de errar su penal, fue muy triste. Ver el llanto de Mascherano, desolado, después de haberse corrido todo durante 120 minutos fue muy triste.
Los finales pueden ser tristes, pero este definitivamente fue triste. Durante casi veinte días habíamos recuperado la ilusión de ver buen fútbol de la mano –en realidad de los pies- de estos 23 monstruos que formaban el equipo de José. No nos olvidamos de los 6 goles contra Serbia y Montenegro. No, no nos olvidamos del Pibito, de la Fiera, del Tractorcito, de Román, del Ratón, del Gringo, de Lucho, del Cuchu, de la Pulga; de todos los que nos dieron alegría durante casi un mes de nuestras vidas. Nos hicieron sentir orgullosos y creo que les debemos mucho a ustedes y a José, que siempre y sobre todas las cosas entendió que el fútbol es un juego de equipo y que por más que convoques a 23 grandes jugadores, hay una misión que es imposible cumplirla gracias a las individualidades. Esa filosofía es la que necesitamos lo argentinos: subordinar los egos y construir sobre equipos que hagan más grandes personas a los grandes.

Sé que esto suena a despedida. Pero mi partida de Alemania, hacía la costa mediterránea francesa, donde resido, en la ciudad de Cagnes sur Mer, al ladito de Niza, es tan sólo un hasta luego, porque pienso volver con más comentarios de los partidos que todavía quedan por jugarse. Puede que para nosotros se haya terminado El Mundial, con mayúsculas como dije en mi primer envío, luego de la ceremonia inaugural, pero continúa una Copa del Mundo, y hay un campeón que coronar. En un principio, me negaba a escribir esto, pero quedo demostrado que laArgentina, fue el mejor equipo de esta Copa del Mundo. Por lo tanto, somos campeones morales… otra vez!

JPV (no, no soy Juan Pablo Varsky)
Enviado especial del Arte es caer de culo... en Alemania 2006